Siempre llegan regalos del cosmos, ¿verdad? O varios, en mi camino,
Me acepto, la pasión fluye, en mi ser, sin desatino.
Tantas maravillas en mi interior, en este jardín de vida,
Cada una desafiando, sin medida.
Es hermoso ver los obsequios, que traen alegría y sorpresa,
Lecciones y deseos, que en mi camino se entremezclan con certeza.
Los abrazo en mi sendero, con gratitud y amor sincero,
Aceptando su abundancia, sin sentirme culpable, certero.
Qué bello sentir el aprecio, de los tesoros que me rodean,
Cada uno único, en la forma en que me anhelan y desepean.
Comunicar mi verdad, vivo en plenitud y armonía,
Encontrar un corazón dispuesto a escuchar, es mi alegría.
Diferencias entre lo divino, y lo terrenal, en mí se manifiestan,
El deseo de ser único, o el centro de la danza, sin desenfreno.
Esta sincronicidad en mi vida, una maravilla sin igual,
Un deseo que se enciende, en este viaje sideral.
Es fruto de mi anhelo, o del destino quizás,
Cuando el cosmos se alinea, la vida trae paz.
La conexión fuera de este mundo, en este rincón de la Tierra hallamos,
Sus luces, más hermosas, cuando el deseo se entrelazó.
Mora en mi corazón, sin miedo ni temor,
A estas alturas de la vida, el sufrimiento no tiene sabor.
Esta es mi perspectiva, en la senda de la verdad,
El resentimiento, disolverlo con amor, es mi bondad.
Vivo y siento emociones, intensas y profundas,
Estas pasiones me mantienen, en la vida, sin dudas.
La ternura que encuentro, la inspiración que me guía,
En mi corazón, mi canción, día tras día.
